

Los tacos árabes o shawarma son en el Medio Oriente lo que los taquitos son a México. Es un mismo platillo que se conoce con diferentes nombres en diferentes regiones y países. Se trata de carne de diversos animales que se sazona con especias y coloca en una espada o trompo para cocinarse al fuego vivo.
Se come sobre todo en Siria, Turquía, Líbano, Egipto, Grecia e Israel. Por ejemplo, en Israel se le conoce como shawarma, en Grecia como giro y en Turquía como kebab.
La diferencnia con el clásico taco al pastor o los tacos árabes poblanos tiene que ver con la mezcla de especias y el ganado que se utiliza. En Asia se utiliza cordero; en México, cerdo. Allá se condimenta con comino y diversas pimientas; acá es achiote, chiles y orégano.




El término shawarma es la traducción al árabe de la palabra turca çevirme, que define el movimiento giratorio en vertical típico de la carne que sirve como base a estos platillos, que se cocina en un trompo y son el precedente de nuestros taquitos al pastor.
Así es. La gran cantidad de refugiados libaneses que recibieron asilo en nuestro país debido a su tumultuosa historia de guerras civiles, nos trajeron esta tradicional forma de cocción en trompo que nosotros tropicalizamos en los taquitos al pastor.
La gran diferencia es que, mientras nuestro pastor está elaborado con cerdo y especias mexicanas como el axiote, la carne para los tacos árabes, shawarmas, giros o kebabs suele ser de cordero, pollo, pavo o ternera; jamás con cerdo.
Pero para los puristas que quisieron mantener esta tradición árabe libanesa en nuestro país también hay infinidad de taquerías que venden tacos árabes a lo largo y ancho del país.
En la Ciudad de México, uno de los más famosos son los Tacos árabes La Periquita, en la San Rafael, aunque donde esta tradición es realmente fuerte es en la capital de Puebla.