Con el paso del tiempo suceden en nuestro cuerpo cosas que aunque no nos gusten son inevitables, como la calvicie, la flacidez, las arrugas, la acumulación de grasa corporal y la pérdida de memoria. ¿Podría ser que estas dos últimas se encuentren relacionadas? Tal vez sí.

De acuerdo con el Centro Médico de la Universidad Rush y de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, sus neurocientíficos publicaron en Cell Reports que la proteína que se encarga del metabolismo de la grasa en el hígado comparte funciones en el hipocampo, centro de la memoria cerebral y del aprendizaje.

Aunque anteriormente ya se sospechaba que un metabolismo anormal de la grasa aumentaba 3.6 veces las probabilidades de sufrir pérdida de memoria y demencia, no se sabía con exactitud la conexión entre el metabolismo de la grasa y el cerebro.

Ésta fue la explicación. El hígado es el principal órgano que se encarga del metabolismo de la grasa, dentro de él hay un receptor llamado receptor alfa que se activa por la proliferación de peroxisomas (PPAR) que se encargan de controlar ese metabolismo dentro del hígado.

Como se podrán imaginar, hay muchos PPAR en el hígado, pero estos estudios arrojaron que también los hay en el hipocampo de los animales.

Es por ello que los investigadores crearon ratones con deficiencias en PPARalfa cerebral y PPAR normal en el hígado, de modo que presentaban una menor capacidad de aprendizaje y memoria. Por otro lado, aquellos que tenían PPARalfa normal en el cerebro pero menor PPAR en el hígado conservaban su memoria y aprendizaje en un nivel normal.

Lo que sucede en los humanos es que aquellos que tienen exceso de grasa abdominal, agotan en un principio el PPARalfa del hígado y el metabolismo de la grasa se vuelve anormal, conforme pasa el tiempo, los niveles de PPAR bajan en todo el cuerpo, incluyendo aquellos que se encuentran en el hipocampo.

Este estudio indica que las personas pueden sufrir problemas de memoria si pierden PPARalfa en el hipocampo, por lo que es muy importante mantener los niveles de grasa adecuados en el cuerpo.

Fuente: MedCiencia