Esta comunidad en Puebla se dedica al cultivo de maíz y en uno de sus restaurantes emplean como cocineros a migrantes que vuelven a casa para dar valor a su ingrediente principal.
Algunos platillos tienen nombres muy ingenios como el "brazo de reina", la "ropa vieja", el "manchamanteles" o el "niño envuelto" y nadie sabe porqué se llaman así...