La crisis sanitaria trajo consigo un problema económico que afecta a todos los niveles. No sólo es la pérdida de empleos, sino la inactividad de algunos sectores como el de la pesca y comercio de pescado mexicano lo que preocupa al vislumbrar una nueva normalidad; por eso surgió la urgencia de crear Alimenta tu Corazón.

Los de más de once mil kilómetros de litoral en la República Mexicana han alimentado desde siempre al país, además de ser una fuente importante de ingresos por exportaciones.

Con el paro de actividades causado por la pandemia de COVID-19 es momento de plantear soluciones que rescaten la actividad. Alimenta tu Corazón busca activar la industria mediante el consumo de especies endémicas y la creación de un recetario accesible para todos.

¿Por qué consumir pescado mexicano?

Si hay algo valioso que surgió con la emergencia sanitaria es el nivel de conciencia en la sociedad sobre la importancia de todos los eslabones de la cadena económica.

Hablando de la alimentación, el respeto y dignificación de agricultores, ganaderos, campesinos y pescadores ya comenzaba a ser un tema sobre la mesa pero ahora es mucho más visible.

El pescado mexicano no sólo es un eslabón importante en la economía nacional sino que da identidad a mucho de nuestro patrimonio gastronómico. Son 17 los estados que con su litoral y especies nativas dan color y sabor a sus platos.

Por esto, algunos cocineros en conjunto con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, médicos militares especializados en nutrición y representantes de las cooperativas de pescadores se unieron en Alimenta tu Corazón para apoyar al sector pesquero y al pescado mexicano.

Mediante esta iniciativa, se busca que sean las especies endémicas las que nutran a la población y aporten todos sus beneficios a la salud.

La economía local de los pueblos pesqueros

Hay todo un universo debajo del mar y éste sigue su curso independientemente de las crisis humanitarias que existan. Los peces se desarrollan, crecen, desovan y alcanzan su talla para ser pescados y comercializados aunque no hayan condiciones para ejercer la actividad económica.

Aunque está regulada y vigilada para realizarse de la forma más sustentable posible, la pesca también ha sufrido los estragos de la crisis y con ella, la economía de algunos lugares también ha visto sus momentos más oscuros.

A pequeña escala, las cooperativas de pescadores tienen el problema más grave. Por más que consigan el mejor producto, las ventas han disminuido y se ha descuidado el desarrollo natural de los peces. Comienzan a haber pérdidas monetarias y en especie así como cambios en el ecosistema.

Sumado a todo esto, el mercado jugó chueco con los precios del pescado importado contra el mexicano. Se ha vuelto más sencillo consumir el primero, siendo que nuestras especies son de gran calidad y se consiguen mucho más frescas.

Un beneficio bilateral

La pandemia trajo consigo un cambio en el consumo de algunos ingredientes.

Una de las más evidentes es la sustitución de pescado fresco por aquellas variedades enlatadas; la emergencia nos hizo pensar que tener en la alacena productos no perecederos iba a ser mejor que tener aquellos que nutren siendo libres de aditivos y conservadores.

Pero no hay nada más alejado de la realidad que eso.

La propia Organización Mundial de la Salud ha advertido la urgencia de consumir productos frescos con la intención de mejorar el sistema inmunológico y así hacernos más resistentes a contraer enfermedades.

El pescado mexicano, además de ser rico y de mucha calidad, también alimenta el corazón y enriquece la dieta así que merece un homenaje. Encabezados por el chef Pablo San Román, se creará un recetario de cocina para así poner en alto todas las especies endémicas.

Mediante las redes sociales de esta organización, se puede tener acceso a información como cuidados en el almacenamiento de pescado fresco y características específicas de ciertas especies. También se publicarán algunas recetas para que el proyecto permeé en la sociedad.

Alimenta tu Corazón

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