El huevo es un ingrediente que puede aprovecharse en prácticamente cualquier receta, sin embargo; saber elegir y conservarlo fresco es la clave para que dure más tiempo y aporte todos sus beneficios.

Tal vez compraste de más o simplemente quieres hacerlos rendir, no importa. Sea cuál sea la situación hay forma de salvarlos y mantenerlos con vida unos días más.

Pero empecemos poco a poco…

¿Cómo reconocer un huevo fresco?

La frescura de un huevo determina su calidad y aunque no lo creas puede mantenerse en buenas condiciones hasta 28 días después de que salieron de la gallina; es decir, aproximadamente dos semanas en tu poder.

Es complicado atinarle a la frescura sólo con verlos pero eso sí: nada de aceptar cascarones con hendiduras, grietas, o raspones.

Los huevos ligeramente oscurecidos son los que tienen mejor calidad; tal vez te estés preguntando… ¿Y los blancos? se pueden escoger comparando uno con otro y elegir el que brille menos.

Entre el producto y la cáscara existe una pequeña película que protege a la clara y a la yema de los microorganismos externos. Esta mantiene una atmósfera óptima e inocua en el interior.

Lo anterior es importante porque, a medida que el huevo va perdiendo frescura, la película se debilita y comienza a entrar aire al interior del cascarón. Pero ¿cómo saber esto sin romperlo?

Un truco infalible es colocarlo en un vaso con agua; si el huevo cae hasta al fondo y se mantiene erguido querrá decir que está fresco pues no hay oxígeno; si está sumergido pero inclinado tiene un par de semanas y si flota significa que ya está pasado.

Al abrir el cascarón

Hay dos formas de darse cuenta de que un huevo está fresco ya que se reventó el cascarón y ambas tienen que ver con el sentido común.

La primera es el aspecto: la yema debe ser consistente, de color brillante y con volumen. Si se ve un poco arrugada quiere decir que ya tiene su tiempo. Además, la clara estará compacta y contenida en una especie de película protectora llamada chalaza, que está conformada por proteínas.

La segunda es el aroma. Por más extraño que suene, un huevo crudo no debe oler a nada en particular. Si te resulta desagradable ¡tíralo de inmediato!

Una de las enfermedades que se dan por comer huevos en mal estado es la salmonella; esta bacteria se filtra a través de las cáscaras.

Para evitarlo, algunas personas suelen lavarlos, otras argumentan que hacerlo sólo introducirá al microorganismo dentro del cascarón. La solución más condescendiente con ambas posturas es lavarlo justo antes de usar.

conservar y elegir huevos

Almacenar los huevos

Existen trucos que nos ayudarán a mantener en buenas condiciones los huevos, además de útiles son demasiado fáciles. Aquí te dejamos algunos:

Ponerlos en un lugar fresco fuera del refri

Aunque te dé flojera y creas que es innecesario, es importantísimo cambiar los huevos de su empaque original. Las cajas de cartón son muy efectivas para transportarlos, pero son porosas y se contaminan fácilmente.

Si designas una huevera fuera del refrigerador, asegúrate de que no le dé la luz directa.

De esta forma durarán aproximadamente una semana.

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En el refrigerador con la punta hacia abajo

¿Pones los huevos con la punta hacia arriba en el refrigerador? ¿Adivina qué? ¡Podría ser perjudical! Al colocarlos sobre su base, la yema sube por presión del aire y esto puede hacer que se echen a perder mucho más rápido.

Sin embargo, si los pones boca abajo, no entrará oxígeno dentro del cascarón y la yema permanecerá en su lugar siendo cubierta por la clara; esto hará que duren entre quince y veinte días.

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Agua con sal de grano

Otra forma fácil de alargar la vida de los huevos es colocarlos en un recipiente grande con agua y sal de grano para refrigerarlos de esta forma.

La salmuera cambiará el pH del ambiente, lo cual evita el contacto de las bacterias con el alimento. Por otro lado, cuando la sal entra en contacto con la comida la estructura molecular cambia, por lo que también el periodo de vida se alarga.

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Huevos con Miso

¿Te quedaron huevos cocidos? ¡No los tires! Puedes hacer que te duren una semana más aplicando un poco de pasta miso.

El miso está hecho de semillas de soya, sal marina y cereales. Lo único que debes hacer es colocar el huevo en una pasta y hacerlo bolita; posteriormente tendrás que dejarlo en refrigerador un día.

¡Ahora sí, a conservar y elegir huevos de mejor manera!

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Una publicación compartida por Chef Cheo (@casa_cheomito) el 6 de Jun de 2020 a las 1:43 PDT

Tip Animal: Lava los huevos antes de utilizarlos.