Una buena receta de risotto es como un abrazo: reconfortante y alentador. Tiene su ciencia dejarlo perfecto y queremos enseñarte los trucos para que lo disfrutes en casa.

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Los ingredientes que necesitas para cuatro porciones son:

Una taza de arroz arborio. Esta variedad es más pequeña y redonda.
Un cuarto de cebolla
Dos cucharadas de mantequilla
Media taza de vino blanco seco
Dos tazas de caldo de pollo
Media taza de queso mascarpone o crema
Cuatro cucharadas de queso parmesano rallado
Sal al gusto
Cuatro corazones de alcachofa picados

¡Manos a la obra!

Pica la cebolla en cubos pequeños, de preferencia que sean del mismo tamaño de los granos de arroz.

Sigue con las alcachofas y reserva por separado.

Calienta un sartén a fuego medio y derrite la mantequilla ahí. Acitrona la cebolla y espera hasta que se ponga traslucida.

Incorpora el arroz y sofríe hasta que tome una apariencia más brillosa. Siguen los corazones de alcachofa.

Sirve el vino blanco, mueve y espera a que el líquido se reduzca completamente. En ese momento agrega media taza de caldo de pollo y baja el fuego.

Al contrario de muchas recetas con arroz, aquí sí debes moverlo constantemente, así que no te despegues del sartén. Conforme veas que el líquido se evapora agrega más poco a poco hasta terminar con el caldo.

Deja que esté casi seco y checa la cocción de los granos: deben estar al dente, es decir, suavecitos en el exterior pero firmes en el centro.

Aquí toca agregar el queso mascarpone. Mueve hasta que se integre y termina con el queso parmesano. Apaga el fuego, integra y sirve inmediatamente. Si lo ves muy seco, agrega un poco más de mascarpone.

Decora con unas hojitas de perejil y disfruta esta deliciosa receta de risotto.

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