- Las etiquetas. Todas aquellas que no hayan sido impresas en el papel de la época, o que no tengan la fuente indicada son un claro indicativo de fraude.
- La cápsula. Algunas falsificaciones intercambian cera para la hoja en la parte superior de la botella, o utilizan la cera color equivocado.
- El corcho. Usualmente llevan el nombre del viñedo y la cosecha, el tipo de letra y el sombreado pueden ser pistas.
- El color del vino. Muchas falsificaciones no consiguen el tono exacto de los vinos añejos.
- El vidrio. La botellas muy viejas tienen un vidrio distintivo.
Fuente: Allan Frischman, casa de subastas Hart Davis Hart Wine.