Aunque es posible crear botellas plásticas con el mismo color que las de vidrio, se tendría un problema posterior en el proceso de reciclaje.
El color ámbar de la botella de PET, combinada con las capas adicionales necesarias para proteger la bebida, harían más complicado el proceso de reciclaje que las botellas transparentes que utilizan las bebidas gaseosas.
El otro reto para el PET se encuentra en el propio proceso de elaboración de la cerveza.
Una vez envasada, la cerveza pasa por una etapa de pasteurización, sometidas a agua a altas temperatura para calentar el líquido y así matar cualquier microbacteria que pueda haber sobrevivido al proceso de destilación.
El vidrio y las latas de aluminio pueden pasar sin problemas esta fase, pero las botellas de PET requieren un fortalecimiento que incrementa, a su vez, los riesgos mencionados anteriormente.
Frente a esto, la botella que utilizará Kirin contará con una cubierta especial que le permitirá proteger el contenido de los efectos del medio ambiente.
Adicionalmente, los primeros cargamentos serán distribuidos en paquetes sellados para evitar el efecto del medio ambiente durante el proceso de distribución.
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