
La iniciativa plantea la definición de “vino mexicano” como el producido en su totalidad en el país; además propone la creación de una comisión.

Como parte de la iniciativa también se propuso la creación de una Comisión Nacional de Fomento a la Industria Vitivinícola que pretende formar parte de las atribuciones de la secretarías de Agricultura y de Economía, con el objetivo de contar con un órgano de consulta gubernamental para el diseño de políticas públicas y promoción de certificaciones que garanticen la calidad y clasificación de varietales en el vino mexicano.
Lo anterior son solo buenas noticias. El sector vitivinícola genera alrededor de 7 mil empleos directos e indirectos en el país y una importante derrama económica derivada del turismo enológico y con ello un maridaje ideal para las cocinas regionales. México y sus vinos sin duda con mucho y mejor futuro.