
Ya llevas meses en la dieta. La lechuga ya no te sabe a nada, odias el típico aderezo de súper y quieres cambiarle a tu alimentación sin sacrificar tu esfuerzo. Te damos 5 recetas de aderezos para ensalada que no engordan para darle una mejoradita.

Llevas meses en la dieta. La lechuga ya no te sabe a nada, odias el típico aderezo de súper y quieres cambiarle a tu alimentación sin sacrificar tu esfuerzo.
Aquí te damos cinco recetas de aderezos que no engordan para darle una mejoradita a tus ensaladas.
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Cuando piensas en echarle creatividad a las ensaladas lo más probable es que vengan a tu mente aderezos cremosos y llenos de calorías que definitivamente no van a ayudar a que bajes de peso.
Lo que te recomendamos es que te adentres en el mundo de las vinagretas: esas sí mejoran el sabor y no son tan calóricas.
Si de verdad no puedes dejar los lácteos, lo que te recomendamos es que utilices yogurt sin azúcar o jocoque, ya que el contenido proteico es más alto y el nivel de grasa más bajo.
Hacer una vinagreta es muy sencillo. La base son cuatro ingredientes: aceite, vinagre, sal y un emulsionante.
¿Un qué?
El emulsionante es ese elemento que te va a ayudar a que vinagre y aceite se mantengan juntos por más tiempo. Generalmente se utiliza huevo o miel, pero para restarle calorías al asunto te recomendamos mostaza.
Tampoco pasa nada si no lo pones, sólo deberás agitar más fuerte cuando la uses.
En una vinagreta normal, el 25% es vinagre, el 70% es aceite y el 5% es el emulsionante. Es decir, si quieres una taza de vinagreta, por cada cuarto de taza de vinagre debes agregar casi el resto en aceite y un poquito de mostaza.
No te limites a utilizar sólo vinagre blanco o de manzana, hay muchísimas variedades como balsámico, de vino, con ajo o incluso de frambuesa.
También puedes jugar con los aceites, le darán diferentes sabores a tu ensalada y ni sentirás que estás a dieta.
Un tip muy importante es el orden que debes seguir para agregar los ingredientes.
En un refractario vierte el vinagre y en forma de hilo (es decir, despacio pero constante) se agrega el aceite mientras se mezcla.
El emulsionante lo pones hasta después, junto con la sal, pimienta y los sabores que quieras.
Para mezclar puedes usar una licuadora o procesador de alimentos, el tema es que el aceite lo vayas agregando poco a poco.
Si no te gustan los tropiezos en tu aderezo, también licúalos, pero te recomendamos dejarlos enteros para que aporten textura.
¡Adiós ranch, hola vinagretas deliciosas!
