
Cuando es momento de tomar jugo verde o comer un aperitivo de media tarde siempre está presente el apio. Ese vegetal verde al que le han atribuido propiedades casi milagrosas, pero ¿qué tan ciertas son esas afirmaciones?

Cuando es momento de tomar jugo verde o comer un aperitivo de media tarde el apio hace su aparición.
Es un vegetal al que le han atribuido propiedades casi milagrosas y que seguramente ubicas porque acompaña a las alitas y boneless con su respectivo aderezo Ranch.
Además de ser muy fresco también se utiliza como guarnición aromática en la cocina clásica francesa. Junto a la zanahoria y la cebolla forma el mirepoix, que es la base de cualquier fondo de cocción.
Durante todo el año tenemos disponible esta hortaliza verde y alargada que puede llegar a medir hasta 60 cm. En los canales de sus tallos se producen aceites esenciales que le dan su olor característico.

El mayor productor en México es Guanajuato, seguido por Baja California y Sonora. Otros estados que lo producen son Querétaro y Puebla aunque en menor cantidad.
Si lo que buscamos es aprovechar su contenido de fibra lo mejor es comerlo crudo y a mordidas, en jugo gran parte de su fibra se pierde.
Sus principales nutrientes son tres: proteína, potasio y flavonoides. Además resulta uno de los mejores aperitivos por su bajo contenido calórico, después del pepino el apio es el vegetal que tiene menor contenido energético.
Está compuesto principalmente por agua haciendo honor a su nombre proveniente del celta “apon” que significa agua. Una ración de 100g contiene 62 gramos de agua.
Su consumo te dará tan solo 19kcal por cada 100 gramos.
El apio tiene un hermano, el apionabo. Este consiste en una raíz redondeada que por su aspecto quedó a la sombra del apio largo.
A ese patito feo le hacen falta esos tallos largos, verdes y brillantes. Esta raíz está formada por varias raíces pequeñas que en su comercialización son recortadas para mejorar su aspecto.
El truco de este producto es no dejarse llevar por las apariencias: lo mejor está en el interior. Es una variedad mucho más fuerte en sabor y puede ser hasta un poco picante.
Para conservarlo en condiciones óptimas se debe refrigerar en una bolsa de plástico hermética sin lavarlo. De esta manera puede durar hasta un mes fresco.
¿En qué lo puedes utilizar? La sopa de poro y papa queda muy bien un toque de apio nabo. También en ensaladas, sin embargo es un ingrediente que se oxida rápido.
Antes de utilizarlo remójalo en agua fría con limón y permanecerá del mismo color y mejorará su textura.

Y ahora, unas recetas para que le des una vuelta y lo uses en más cosas que sólo tus jugos desintoxicantes.