Por si no era suficiente sabrosura un plato repleto de totopos con salsita, ahora los chilaquiles rellenos y su receta invadieron las redes sociales para hacernos salivar. Te enseñamos a prepararlos paso a paso; ademas, te damos los mejores tips que aprendimos mientras los hacíamos.

La receta del momento: chilaquiles rellenos

Como podrás imaginarte, esta variación del desayuno más popular de la cocina mexicana abre la puerta a la creatividad; los totopos pueden rellenarse de lo que se te antoje y, aunque lo más común es el quesito gratinado, te recomendamos también aprovechar lo que sobre en tu refri o hacerte de un buen chicharrón prensado o longaniza.

La salsa, como siempre, es una elección muy personal. Nosotros experimentamos con un mole verde que teníamos, lo cual transformó los chilaquiles rellenos en un homenaje a los sentidos desde la primera mordida.

Ingredientes (4 porciones)

• 2 tazas de harina de maíz
• 1 taza de agua tibia
• 200 gramos de queso asadero o Oaxaca
• 1 litro de agua
• 4 tomates verdes
• 1 chile serrano
• 1/4 de cebolla
• 2 dientes de ajo
• 1 manojo de cilantro
• Sal y pimienta al gusto
• Suficiente aceite vegetal

Procedimiento

1. Hacer la salsa: hervir los tomates en agua con un poco de sal. Cuando cambien de color a verde opaco, apagar.
2. Licuar junto con la cebolla, los ajos, el cilantro y el chile serrano. Para hacerlos menos pecosos, quitar venas, semillas y corazón.
3. En una cacerola, calentar aceite suficiente como para apenas cubrir la superficie. Cocinar ahí la salsa y sazonar al gusto.
4. Hacer los chilaquiles rellenos: Mezclar poco a poco la harina de maíz con el agua (si consigues masa, es mejor) Agregar un poco de sal y reposar por 20 minutos cubierto con un trapo húmedo.
5. Hacer pequeñas bolitas de masa y estirar con una prensa de tortillas. Si no tienes, se puede utilizar la base de una olla y presionar con fuerza. Debe tener un grosor aproximado de tres milímetros.
6. Colocar cuatro montoncitos de queso en el círculo de masa lo suficientemente separados como para que no se mezclen.
7. Hacer otra bolita extendida y cubrir los montoncitos. Presionar las orillas y cerrar.
8. Cortar en cuatro las tortillas de acuerdo a los montoncitos de queso. Cerrar cada uno por todas sus partes y asegurarse de que no sale nada.
9. Freír en aceite caliente hasta que dore y dejar escurrir.
10. Bañar con la salsa, adornar con crema ácida, queso rallado y cebolla.

¿Mejor rojos? Mira aquí. ¿Ya probaste los de chile guajillo? Bueno, el click es más bien en esta liga.