Este pasado 20 de mayo se inauguró Mesamérica 2014, el congreso de gastronomía más importante de México que en esta tercera edición tuvo un tema central: La cocina callejera/expresiones urbanas.

Más de dos mil personas se dieron cita en el Auditorio Blackberry para el evento formal, el cual fue presidido por el Jefe de Gobierno de la ciudad de México, Miguel Ángel Mancera; hubo discursos y ceremonia, para de inmediato dar paso a las conferencias.

Hablar sobre la comida y sus entornos es una actividad muy placentera. En este diálogo participaron cocineros e investigadores especializados y se escuchó la voz de los profesionales del medio a lo largo de un programa que se extendió por tres jornadas en las cuales participaron de más de 45 ponentes que fueron conducidos hasta el escenario por eminentes presentadores y, junto a sus invitados, algunas viandas, bebidas, postres, algo de humo y más que cualquier otra cosa: su conversación, sus palabras.

El tema de la cocina de la calle tiene de origen una paradoja: está prohibido vender comida en la banqueta. Como ejemplo de ello puede mencionarse que los puestos de comida que rodean el auditorio donde se llevó a cabo este evento, en la colonia Condesa, esa mañana permanecieron cerrados ante la presencia de un político de peso.

Las conferencias que trataron esta forma de gastronomía popular dejaron de lado el hecho de que este tipo de comida generalmente se manifiesta en zonas de tolerancia que de alguna u otra manera implican corrupción. Este punto se trató con más amplitud en la conferencia acerca de los restaurantes sobre ruedas o food trucks, donde se explicaron las contradicciones legales que enfrentan aquellos que llevan a cabo esta actividad, tanto en México como en cualquier otro lugar del mundo.

Esperemos que la “inminente” legislación que se pretende realizar en torno al espinoso tema de la comida en la calle, no de pie a nuevas formas de coerción o se demore un tanto. Hay que decirlo para que no quepa duda: la cocina popular es un bien cultural y turístico de la mayor importancia para el país. Ese tendría que ser el punto de partida.

Pero durante estas conferencias también se habló de aquello que acontece en la biósfera de los restaurantes, la cocina, los comensales, viandas y oficios. Se dijeron cosas del campo, de sembrar, del mar, de la teoría: hubo testimonios, sueños, cine y música con la participación de verdaderos expertos en los temas que se trataron.

El público en su mayoría fue de estudiantes del ámbito de la hospitalidad. Para ellos el programa resultó emocionante, hubo premios y muchos jóvenes participaron sobre el escenario. Por momentos resultó divertido ver y escuchar lo que sucedía en este espacio; todo el evento se transmitió en vivo a través de www.animalgourmet.com y pudo ser visto en todo el mundo.

Auditorio BlackBerry — Durante los tres días se reunieron más de dos mil personas entre chefs, estudiantes y amantes de la cocina mexicana. // Foto: Deni Álvarez (@deniletus)

Cabe destacar la jornada especial de pastelería durante el tercer día, que puede considerarse como una muy dulce sorpresa por el entusiasmo y la calidad de los ponentes, con premios y emociones de alta gama.

Esta fue una cumbre de profesionales y sin embargo la faceta de negocios que caracteriza a congresos de esta dimensión aquí no fue evidente, pues ninguna mercancía se presentó a la venta. Más que la promoción de productos o empresas, este ciclo de conferencias se centra en la difusión de los conceptos.

Es difícil imaginar a otro gremio organizando un evento de estas dimensiones sustentado únicamente en la reflexión

Por ello Mesamérica destaca como un acontecimiento generado, producido y gestionado por el Colectivo Mexicano de Cocina, una asociación civil que ha logrado llevar a cabo —por tercera vez— un congreso que hasta hace pocos años era solo posible imaginar como una dádiva del Estado, o bien como evento comercial de algún importante sector de la economía.

Es difícil imaginar a otro gremio organizando un evento de estas dimensiones sustentado únicamente en la reflexión, pues ni siquiera en el medio de la cultura se lleva a cabo algo de un tamaño similar y con esta dimensión global; en ese sentido es que Mesamérica cobra un nivel singular de importancia.

MesaMaco, en febrero, y MesaAbierta, en San Miguel de Allende durante marzo, fueron actividades paralelas/tangenciales de este festival; MesaWeek se llevará a cabo en agosto próximo y será la última de las etapas de #Mesa14 con un programa de cenas en los restaurantes miembros del Colectivo.

Se trata de eventos que inciden en la difusión de espacios, empresas, destinos, escuelas y muchos otros elementos que conforman una parte muy importante de la actividad restaurantera de México.

Por ello Mesamérica debe continuar abriendo el horizonte de la teoría, la enseñanza, la promoción, la confrontación; fomentar la expansión de la gastronomía como un elemento determinante para el futuro del país.