
Jugar videojuegos es una actividad demandante que causa hambre. Checa nuestras recomendaciones para no llenar de grasa tu control…
El planeta está al borde de la destrucción. Tus reflejos están listos para hacer frente a cualquier cosa. Miras el minimapa de tu dispositivo GPS y descubres que un enemigo grande se acerca; cargas tu arma y te dispones a ir a su encuentro. De pronto escuchas un temible gruñido, un dolor en el estómago te recuerda que a pesar de usar una de las armaduras tecnológicamente más avanzadas del universo eres un simple humano. Tienes hambre y pones pausa. El encanto se rompe.
Cualquier persona que diga que jugar videojuegos no es una actividad demandante está muy equivocado. Cualquier juego de video por sencillo que parezca requiere concentración, coordinación, reflejos ágiles y alta tolerancia a la frustración. Sin embargo es bastante sabido que los videojugadores desarrollan muchas cualidades pero una de ellas no es, precisamente, comer sano. Llegada la hora echamos mano de cualquier cosa que aparezca en el refrigerador, o de las papas, palomitas de microondas y el refresco.
Para que no detengas la partida, y porque sabemos que no puedes poner pausa a un juego en línea, te compartimos algunas ideas que han funcionado al staff de Animal Gourmet para mantenerse despierto y sin hambre durante las a veces maratónicas sesiones. Después de todo no sólo cocinamos y comemos, también nos enfrentamos a hordas de Locusts y recargamos el arma después de cada baja en CoD.
Antes que nada existen algunas cosas que debes evitar:
Ahora imagina que somos Cortana. En ese caso tu serías John 117, el glorioso Master Chief, y por lo mismo suponemos que no harás mucho caso de lo que digamos pero esperamos que tomes a consideración nuestras sugerencias con menos grasa, por aquello de mantener los controles limpios y el ánimo encendido…
¿Saciaste el apetito? Perfecto. Ahora sigue en la contienda y recuerda comer menos grasas y azúcares, así como levantarte y estirarte por lo menos una vez cada 30 minutos mientras juegas, tu cuerpo te lo agradecerá.