
Esta es una receta de capirotada norteña aprobada por una mamá chihuahuense. Este postre, tiene tantas versiones como ingredientes.

Vivir lejos de la familia te hace extrañar los platillos con los que creciste y los aromas que salían de la cocina y te hacían muy feliz. Esta receta de capirotada norteña nos puede acercar un poco.
Se acerca Semana Santa y en Chihuahua es común comer capirotada en esas fechas.
Aunque ahora vivo en la Ciudad de México, los miles de kilómetros que me separan de Chihuahua no me impedirán disfrutar de este platillo tradicional.
Por ello, le marqué a mi mamá y le pedí su receta para intentar hacer por primera vez este delicioso postre que te deja los dedos pegajosos pero el corazón contento.
Me platicó que esta receta es un híbrido de cómo la hace mi abuela y unos trucos que tomó de su suegra (mi otra abuela).
Las recetas son la guía, pero no la regla, pues una solita le va agarrando el gusto y el modo.
Ahora sí, les comparto este tesoro, la receta de capirotada norteña:
Un favor: Mi mamá me pidió (y ahora a usted también, amable lector) que NO le pongan grageas porque están muy feas, pintan todo de un color horrible, están duras para comer y si no le gustan a mi mamá deben ser malas.
Nota del autor:
*Esta receta de capirotada fue revisada y aprobada por mi mamá, disfruten.