¡Alto ahí, amantes del tocino! El estudio también encontró que la obesidad afecta al medio ambiente. Para esto, analizaron todos los recursos que son necesarios para que una semilla se convierta en alimento: siembra, transportación, empaque, almacenamiento, venta, etc.
Resulta que tener una dieta que nos ayude a controlar nuestro peso y tenga menos calorías tiene un efecto positivo en el medio ambiente, pues se reduce el consumo de energía, agua y emisiones de gases de efecto invernadero en un 9%. Pero, comer los alimentos que se relacionan como saludables (frutas, vegetales, lácteos) aumenta las tres categorías: consumo de energía (38%), consumo de agua (10%) y gases de efecto invernadero (6%).
En resumen, lograr el equilibrio perfecto entre una dieta balanceada para nuestro cuerpo y para el planeta no es algo nada fácil. Así que esperamos tener muy pronto una dieta que sea buena con nosotros y también con la Tierra.
Encontramos que las lechugas también son alimentos del mal en Carnegie Mellon University.








