
Prepárala con betabel, manzana, plátano, naranja y cacahuates, productos del campo mexicano, ¡El agua de obispo es perfecta para esta temporada de calor!
Los sabores de la Cuaresma destacan en los platillos de las mesas mexicanas con recetas como romeritos, preparados con mole a base de diversas especies de chile, chocolate y semillas; chiles poblanos rellenos de pescado o mariscos, y sopa de habas a la que se agregan jitomate, cebolla, nopales y cilantro.
Además de acceder a múltiples posibilidades gastronómicas, durante estos días también podemos desintoxicar nuestro organismo y nutrirlo con los sabores del campo mexicano.
La Cuaresma es una excelente oportunidad para incrementar el consumo de frutas y verduras, de las que es recomendable incluirlas en la dieta diaria.
Para mitigar el calor de la temporada no hay como disfrutar de una bebida refrescante y nutritiva como el agua de obispo.
Se dice que esta agua la elaboraban los monjes en los seminarios con los vegetales que ahí cultivaban y consiste en una mezcla de frutas picadas: betabel, manzana, plátano, naranja y lechuga, explica Graciela Montaño, cocinera mexicana en Aura.
Actualmente, en México se producen anualmente alrededor de dos millones 243 mil toneladas de plátano provenientes de 16 entidades del país; los principales productores son Chiapas, Tabasco y Veracruz.
En manzana, nuestro país produce alrededor de 858 mil toneladas, siendo Chihuahua, Durango y Puebla sus principales productores, indican cifras de la de Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).
Mientras que en naranja, el país se ubica en la quinta posición de producción a nivel mundial, con más de cuatro millones de toneladas al año.
Ingredientes
Procedimiento