Recientemente, la colonia Roma Norte dio la bienvenida a un nuevo vecino: Esca, un restaurante italiano en CDMX que nos lleva de viaje al mar Mediterráneo, donde los sabores y el ambiente son un bálsamo en medio del caos.

Dónde está este restaurante italiano de la CDMX

Una vieja casona de la calle de Córdoba se convirtió en un refugio para los amantes de la comida del mar y del Mediterráneo.

Con un diseño cauteloso, pero cálido, Esca rinde homenaje a esos elementos, colores y texturas de las playas italianas. Desde la entrada, atrapa a los comensales en un espacio donde la arquitectura tradicional de la casa convive con toques contemporáneos que invitan a la calma y a pasar horas en la sobremesa.

Cuenta con tres espacios bien marcados: un jardín fresco y lleno de toques verdes que da a la barra de omakase; un salón más privado desde donde se puede ver la cocina abierta; y un bar en la parte de arriba con música relajada y opciones para ver pasar la tarde o la noche.

Qué esperar del menú de Esca

El menú fue creado por el chef Tobías Petzold; sí, el mismo del Grupo Becco, un detalle que no pasa desapercibido y asegura que lo que pruebas está a la altura de los otros restaurantes.

Si estás esperando que su carta solo tenga pizzas y pastas, tienes que saber que el 70 % del menú se basa en productos marinos, provenientes de costas mexicanas. Eso sí, de la más alta calidad porque abundan los platillos frescos en los que el producto es la estrella.

En nuestra visita, pudimos probar de todo: desde pastas caseras que solo puedes comer aquí, como el agnolotti relleno de mascarpone, callo de hacha, topinambur, guanciale y salsa de trufa, que hasta nos hizo falta  cuchara de lo deliciosa que estaba. Hasta una de las joyas de la casa: ventresca de atún aleta azul, berenjena ahumada, cebolla confitada y salsa teriyaki.

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Los crudos tienen un lugar especial, pero no te puedes perder el “atún en lata” que, aunque su nombre nos remite a otra cosa, es un plato reinterpretado con atún fresco servido en un plato original con forma de lata. O el kampachi con un sutil toque de jalapeño y los camarones cristal con pomodoro.

Dicen que para los postres tenemos otro estómago y créeme que sí. No te vayas sin probar su tortino de nuez y plátano, que equilibra lo dulce y lo tibio, o el ganache de chocolate con sal de mar y aceite de oliva, una propuesta llena de matices.

La cava cuenta con más de 200 etiquetas italianas, algunas tan exclusivas que tendrás que visitarlos para probarlas. Aunque la coctelería de autor también puede robarle protagonismo, con opciones para todos los gustos.

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