
La cocina no lo es todo. Parte del éxito de 41 grados radica en el servicio que permite ampliar la experiencia multisensorial del laureado restaurante.

En todo buen restaurante la comida no es lo único importante. Hace falta un buen trabajo de meseros y un servicio innovador; la cocina no lo es todo para Sergi Vicente Puig, jefe de Sala del aclamado 41 grados, en Barcelona.