
Otoño. Frío. Mandarinas. Ya es esa época del año y se antojan bebidas calientitas, ¿no? Un atole de mandarina, por ejemplo. Sí, lo sabemos: ¿cómo se hace un atole con leche y una fruta cítrica sin que la leche se corte? Es posible. Y lo mejor: ¡queda delicioso! Tenemos dos recetas y el secreto para … Read more
Otoño. Frío. Mandarinas. Ya es esa época del año y se antojan bebidas calientitas, ¿no? Un atole de mandarina, por ejemplo. Sí, lo sabemos: ¿cómo se hace un atole con leche y una fruta cítrica sin que la leche se corte? Es posible. Y lo mejor: ¡queda delicioso! Tenemos dos recetas y el secreto para que quede en la consistencia ideal sin que corra peligro de arruinarse.
Primero, ¿sabes por qué la leche “se corta” cuando se mezcla con frutas cítricas como la mandarina, el limón o la naranja”? Porque los agentes ácidos de los cítricos tienen la capacidad de desnaturalizar las proteínas y la leche tiene proteínas (caseína). Entonces, cuando el ácido cítrico –de la mandarina, en este caso– y la caseína –la proteína de la leche– se mezclan, lo que pasa es que la caseína se separa del resto de componentes de la leche y se precipita hacia fondo del recipiente, provocando que en la parte de arriba quede un líquido transparente. Pero no te preocupes, esto no ocurrirá con estas recetas de atole de mandarina.