
Pocas cosas duelen más que dejar que se eche a perder una buena botella de vino, así que si ya desembolsaste varios pesitos para armar tu cava, aquí te dejo los mejores tips de sommelieres para que mantengas tus vinos frescos, antes y después de abrirlos. ¿Lo mejor? No necesitas gadgests raros o carísimos. Aquí te dejo una guía sobre cómo guardar vino para que te dure lo más posible.
Ya te animaste a armar tu cava y ahora tienes unas botellitas hechas a tu medida. Pero, ¿cuánto aguantan?
¿Y si ya los abriste?
Tip Animal: si quieres que te dure casi una semana después de abrir, usa una
y humedece el corcho para que selle mejor. Hay para todos los presupuestos y aunque no son magia pura, le dará unos días extra a ese vino en el que invertiste.
Guárdalo acostado
Para que el corcho no se reseque (y se mantenga sellado), guarda la botella de lado. Así el vino toca el corcho y lo mantiene hidratado.
OJO: Si la botella tiene tapa de rosca o corcho sintético, no importa si está parada.
Evita la luz
Si el vino se “quema con la luz” (sí, eso pasa), puede saber a nada, literalmente. Aunque muchas botellas son de vidrio oscuro para protegerlo de los rayos UV, no es garantía.
Lo más importante es que no les dé el sol directo.
Tip Animal: Guárdalas en un mueble cerrado o en un rincón bajito, lejos de luces fuertes o fluorescentes.
Si no lo puedes mantener frío, al menos mantenlo estable
No necesitas refrigerar el vino sin abrir, pero tampoco lo dejes al lado del horno o arriba del refri.
Evita lugares donde cambia mucho la temperatura. Arriba del refri, por ejemplo, es un gran NO, ahí hay calor, vibraciones y luces, todo lo que le arruina el sabor al vino.
El vino es súper sensible al oxígeno. Sí, cuando lo abres ayuda a que salgan sus aromas y sabores… pero demasiado oxígeno lo volverá vinagre (literal, así hacen el vinagre de vino).
Dato curioso: siempre guarda el vino abierto en el refri. Pero el vino sin abrir, mejor no lo refrigeres si no es necesario.
Si no te la vas a acabar, tápala en cuanto sirvas tu copa. Esto reduce el aire que entra y mantiene los sabores más vivos por más tiempo.
Tip Animal: mete el mismo lado del corcho que estaba adentro. El otro ya tocó moho y olores del ambiente. ¿Ya no entra? Hazle una ranurita con la navaja del sacacorchos o consigue un tapón de goma reutilizable (hay de varios precios en las tiendas de vino o gourmet).
El refri es tu mejor amigo, ya que enfría las moléculas y eso retrasa la oxidación. Sí, hasta los vinos tintos duran más si los enfrías una vez abiertos.
Nada de acostarlo. Guardarlo en vertical reduce el área que toca el aire, así se oxida más lento.
El oxígeno cambia el color y el sabor, pero no siempre es malo (por eso decantamos vinos).
Pero hay un punto en el que el vino ya no mejora y empieza a oler a algo que le pondrías a una ensalada y no a una copa.
Señales:
Esto también aplica en restaurantes. Si pides vino por copa, échale un ojo al color y sabor. Si ya está pasado, tienes todo el derecho de pedir que te cambien la copa.
Si tu vino ya no sabe tan rico, pero lo guardaste bien, úsalo en la cocina. Va excelente para guisos, salsas o marinadas donde el alcohol se evapora y los sabores se mezclan.
¿De plano ya está intomable? ¡Haz vinagre casero!
Solo necesitas:
Mézclalos y guárdalo en la alacena. En un mes tendrás vinagre casero y le puedes seguir echando tus sobras de vino para más producción.
Con estos tips sobre cómo guardar vino, ya estás un paso más cerca de volverte experto.
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