
Salsas, cremas, chilitos rellenos; el chile poblano da para muchísimas recetas. Mira estas opciones y ármate un menú con el ingrediente de la temporada.
Los primeros registros del cultivo y uso culinario en recetas del chile poblano -al que reconocemos de inmediato por el emblemático chile en nogada- se encontraron en Puebla, por eso se llama así.
Actualmente, los estados con mayor producción de este chile son Aguascalientes, Chihuahua, Colima, Durango, Jalisco, Puebla y Sinaloa.
Gracias a que se encuentra dentro de la variedad de chiles con mayor producción en México, después del jalapeño y serrano, aprovechamos su carnosidad y mínimo grado de picor para utilizarlo como nos plazca.
Cualquier producto puede adaptarse a los ingredientes y tradiciones de cada región. Puebla no tiene mar, pero sí mucha sazón y tradición para cocinar excelentes recetas de los productos que de él provienen.
Prueba de ello es este robalo sellado y terminado al horno servido con costra de pepita de calabaza y amaranto sobre una salsa de chile poblano con queso de cabra local, flor de calabaza y huitlacoche frito, creación de la chef Liz Galicia del restaurante El Mural de los Poblanos.
Bañado con salsa de poblano, esta pasta promete hacer las delicias de todos con el sabor del chile poblano y la textura de la crema.
Este queso panela va bien de desayuno, plato fuerte o cena. Este plato es una combinación de la suavidad del queso ligeramente derretido y la capa tostadita que lo cubre después de pasar por la parrilla. El sabor a carbón se lleva de maravilla con la acidez de la salsa de tomate y el chile poblano.
No importa de qué tipo sea, el pescado es un alimento increíble y para disfrutarlo existen mil y una maneras —además de los filetes empanizados o a la plancha—. Por eso, el chef José Manuel Baños comparte una de sus recetas consentidas con chile poblano a los lectores de Animal Gourmet directo de la carta de Pitiona, su restaurante en Oaxaca.