
Solo necesitas cuatro ingredientes para hacer una de las recetas que llenarán de sabor tus platillos: el siempre rico caldillo de jitomate.
Si es que existe una receta que vale la pena aprender para adentrarse en la cocina mexicana, definitivamente es el caldillo de jitomate. Es el fondo de nuestro amado arrocito rojo, de las sopas de pasta y también la base para hacer platillos tan complejos como un mole o un pipián. Prepáralo, es facilísimo.
El jitomate, el ajo, la cebolla y el chile son los tres elementos básicos para dar sazón a un sinfín de cosas; una de las ventajas es que son ingredientes disponibles durante todo el año.
¿Quieres cambiar sabores? ¡Juega con las variedades de chile! Para caldillos más ahumados te recomendamos agregar pasilla o chilhuacle; si quieres una versión más picosita mejor opta por el guajillo o el cascabel. Todos estos son secos así que deberás hidratarlos y quitarle las semillas antes de incorporarlos a tu preparación.
Los usos son infinitos pero aquí te va un acordeón para que tus platos no queden aguados: