
El queso de cabra, lo amas o lo odias, es la conclusión a la que he llegado cuando hablo con personas cercanas sobre el gusto por los quesos. La principal característica del queso de cabra, es su sabor, más ácido que el de oveja o el de vaca, el más común para nuestros paladares. Esto … Read more
El queso de cabra, lo amas o lo odias, es la conclusión a la que he llegado cuando hablo con personas cercanas sobre el gusto por los quesos. La principal característica del queso de cabra, es su sabor, más ácido que el de oveja o el de vaca, el más común para nuestros paladares.
Esto se debe a los ácidos grasos que contiene la leche de cabra. Y es por esto que el sabor es un poco más ácido y más intenso. Si eres de los amantes de este queso, te quiero compartir unas recetas de queso de cabra para incluirlo en tus desayunos y así darle un sabor especial a los huevos o al sándwich de todos los días.
El queso de cabra tiene una historia milenaria que se remonta a las primeras civilizaciones del Mediterráneo. Se cree que fue uno de los primeros quesos creados por el hombre debido a la domesticación temprana de las cabras en regiones como el Cercano Oriente y Asia Menor.
Durante siglos, su producción artesanal ha sido clave en países como Grecia, Francia y España, donde variedades como el feta, el chèvre y el queso de cabra curado son esenciales en la gastronomía local.
En la actualidad, el queso de cabra se produce y disfruta en todo el mundo, manteniendo sus raíces tradicionales.
Ingredientes:
Procedimiento:
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