
La comida coreana típica y el K-pop han conquistado el mundo con una esencia vibrante, llena de contrastes y creatividad, que refleja la cultura del país que los vio nacer. Así como los ritmos pegajosos y las coreografías sincronizadas de grupos como BTS y BLACKPINK han cautivado a millones, platos icónicos como el kimchi y … Read more
La comida coreana típica y el K-pop han conquistado el mundo con una esencia vibrante, llena de contrastes y creatividad, que refleja la cultura del país que los vio nacer.
Así como los ritmos pegajosos y las coreografías sincronizadas de grupos como BTS y BLACKPINK han cautivado a millones, platos icónicos como el kimchi y el tteokbokki se han convertido en embajadores de Corea del Sur, a tal grado, que todo amante de los idols ya los tienen en el radar.
Coreanos y mexicanos tenemos varias cosas en común, entre ellas, el gusto por ingredientes especiados y picantes. Y nos gustan a tal grado que nunca pueden faltar en nuestra mesa. Y lo que para nosotros sería la salsita que le ponemos a todo, para los surcoreanos es el kimchi, un ingrediente fermentado hecho de col con sal, chiles y especias que realzan la acidez y el sabor de cualquier platillo al que se lo añaden.
En Corea es tan preciado que cada familia protege su propia receta, lo que crea variaciones únicas. Además, tiene su fecha de elaboración durante el año: tradicionalmente se prepara en otoño y a principios de invierno, durante la temporada de cosecha de la col, conocida como Kimjang. El 22 de noviembre se celebra el Día del Kimchi.
El bibimbap es un crisol de colores y texturas. Su nombre significa “arroz mezclado” porque al pedirlo, siempre te encontrarás arroz blanco hervido acompañado de verduras finamente cortadas en julianas, carne molida (opcional) y un toque de pasta de chile gochujang.
Suele llevar un huevo estrellado encima, ¿no te recuerda a nuestro tradicional huevo con arroz, tan presente en las casas como en las fonditas locales? Eso sí, los coreanos lo mezclan todo, haciendo que cada bocado esté equilibrado y lleno de texturas. Como nota curiosa, dicen que gracias a este platillo se aprovechan los restos de otras comidas y evita el desperdicio.
El tteokbokki es un antojito callejero instalado en el corazón de los coreanos. Estas “masitas” de arroz suaves se bañan en una salsa espesa a base de gochujang (picante) y azúcar, que le dan ese contraste agridulce que engancha desde la primera probada.
No es propiamente un platillo, pero no hay k-drama en el que no aparezca esta bebida hecha a base de licor de arroz (soju) y cerveza. Se llama así por el nombre en coreano de los dos ingredientes con el que se prepara: soju y maekju (cerveza), y es muy popular en reuniones, noches de fiesta o en las típicas barbacoas coreanas. Si quieres hacerlo en casa, se recomienda que sea 30% de soju y 70% de cerveza clara.
Cada uno de estos platillos representa la esencia de la comida coreana típica y confirma que la pasión por la buena mesa trasciende fronteras.